El tratado de paz entre Egipto e Israel de 1979 puso fin a décadas de conflicto y estableció relaciones diplomáticas entre los dos países. El tratado delimitó cuatro zonas de seguridad en el Sinaí y permitió el despliegue limitado de fuerzas militares egipcias y israelíes. Además, garantizó la libertad de navegación para los barcos israelíes a través del Canal de Suez y comprometió a ambas partes a resolver cualquier disputa futura de manera pacífica.