2. Se cuenta de un rey que salió a dar una vuelta por su jardín una mañana y observó que todo se estaba marchitando y muriendo.
3. Al roble que se alzaba cerca de la entrada le preguntó qué pasaba, y descubrió que estaba hastiado de la vida y había decidido morir, porque no era tan alto y hermoso como el pino.
4. El pino estaba descorazonado, porque no producía uvas como la vid. La vid iba a echar su vida a perder porque no podía permanecer erguida y dar un fruto tan delicado como el durazno. Y así por todo el jardín. El geranio estaba atormentado porque no era tan alto y fragante como la lila.
5. Con el tiempo llegó a una humilde margarita, que como siempre encontró muy derechita y radiante: —Margarita, me alegra encontrar una florecilla valerosa en medio de tanto abatimiento —le dijo el monarca—. No pareces estar en los más mínimo descorazonada.
6. —No. No valgo gran cosa, pero pensé que si hubieras querido tener aquí un roble, un pino, un duraznero o una lila, habrías plantado eso. Pero como querías una margarita, estoy resuelta a ser la mejor margarita que pueda.
7. Puede que la situación en que te encuentras actualmente no sea de tu agrado. A lo mejor sientes insatisfacción y abatimiento. Encomiéndaselo a Dios. Si Él quiere que estés en algún otro sitio, te encaminará hacia allí, siempre y cuando te sometas a Su voluntad. Pero quizá quiera que permanezcas donde estás. En ese caso, te ayudará a adaptarte a la situación. Si te sometes al Señor, Él hará que sientas satisfacción y hasta agradecimiento por las oportunidades del presente.
8. Cultiva el arte sublime de hacer todo lo que puedas con lo que tienes a la mano, estés donde estés. Cuando hayas aprendido eso, o bien te sentirás a gusto en la situación en que te encuentres, o tendrás la satisfacción de haberla mejorado. www.tommyswindow.com Para más presentaciones, visita: PARA COMPARTIR