El control parental permite a los padres restringir el contenido al que acceden sus hijos y limitar el tiempo que pasan frente a las pantallas. Existen diferentes sistemas de control parental como el de Nintendo Switch, que permite establecer límites de tiempo de juego y restringir el acceso a ciertos juegos, y Qustodio, que además de controlar el tiempo también rastrea la ubicación del dispositivo y supervisa las actividades en redes sociales y aplicaciones.