Motores asíncronos y transformadores consumen grandes cantidades de energía reactiva. La instalación de baterías de condensadores puede compensar esta energía reactiva mediante la reducción de la corriente reactiva suministrada por la red eléctrica. Existen tres tipos de compensación: global, parcial e individual, donde la compensación individual es la más efectiva al optimizar la mayor parte de la instalación pero también la más costosa.