Durante el periodo de 1829 a 1860 en México, hubo un cambio político y social que llevó a una mayor libertad para las personas y la cultura. Los artistas expresaron su interés en temas y costumbres locales para demostrar la alegría de ser libres, exaltando la vida y realidad de la época. Surgió entonces una pintura espontánea y alegre de temas costumbristas que presentaba los caracteres más originales y significativos de la vida del pueblo, región o país.