El documento argumenta que la complejidad de un avión y su cabina demuestran que requirieron de planeamiento y diseño inteligente, no de mera casualidad. Se pregunta cómo reaccionarían los ingenieros si alguien sugiriera que un avión surgió por sí solo sin diseño. Luego repite la frase "¡Creación! ¿Coincidencia natural?" varias veces para enfatizar que la creación requiere de un creador inteligente, no de mera coincidencia natural.