Este poema es una declaración de amor de Yosein Peralta Espinosa dedicada a Daniel García Bravo. Expresa que a pesar de las dificultades pasadas, el amor que siente por Daniel la ha hecho indestructible y le ha permitido dejar atrás el dolor y los fantasmas del pasado. Finalmente, agradece a Daniel por reescribir su futuro y ser su único lugar seguro.