La Web 1.0 permitía exponer información al mundo entero a través de Internet pero el presentador tenía control total sobre el contenido publicado. No permitía comentarios ni retroalimentación de los usuarios. La Web 2.0 introdujo software y servicios basados en la web que permiten a los usuarios controlar y compartir sus propios datos. Sin embargo, los datos privados podrían caer en manos de terceros y los servicios podrían dejar de ser gratuitos. La Web 3.0 busca encontrar información relevante de forma más fácil a través de inteligencia