El perro sin hogar se hizo amigo de un gato que le dio comida. Mientras viajaban a otro pueblo en busca de más comida, el perro se ofreció a ir solo para robarla. Encontró a un hombre que había colgado a un zorro de un árbol. Más tarde, el perro atrapó a un ratón que llevaba comida al zorro y se lo dio de comer al gato. El zorro y el perro atraparon luego al gato y decidieron irse juntos a otro pueblo para vivir.