Phineas y Ferb estaban construyendo ruidosamente en Damvill cuando llegaron los fantasmas locales molestos por el ruido. Uno de los fantasmas habló con Phineas y Ferb para pedirles que fueran más silenciosos ya que Damvill también era el hogar de los fantasmas. Phineas estuvo de acuerdo y acordaron horarios de construcción para no molestar a nadie.