La danza del joven guerrero tiene una coreografía con pasos largos, representaciones de lucha con su espada y escudo plateado. Por la danza, revive la práctica milenaria de transformaciones de la raíz de inhame en comida, como que tritura el alimento con un artefacto ritual, la mano del pilón colocada en la cintura. Ya el anciano danza como caminante de pasos lentos, doblado por la edad, jorobado, apoyado en el apaxorô (bastón plateado, con pequeños signos y un pájaro), cuello semiflexionado, con su ropa enteramente blanca.