Yemanjá danza con movimientos que imitan las ondas del mar, expresando la relación que el Orixá tiene con el agua marítima, con el acto de nadar, flotar, bucear. También imita gestos maternales y de guerrera. El danzante revela la impresión de estar mojado, expresando emoción de agua del mar. Concibe algunos gestos de hombres y mujeres que trabajan en él y viven en el mar.