La clonación fue primero exitosa con óvulos de rana en 1952 usando células embrionarias, aunque no funcionó con células adultas. Más tarde, mamíferos clónicos fueron creados con éxito usando células embrionarias totipotentes. Finalmente, en 1997 Ian Wilmut y su equipo en el Instituto Roslin clonaron con éxito a Dolly la oveja a partir de una célula adulta diferenciada, siendo la primera clonación de un mamífero adulto.