Este poema celebra la importancia de la figura paterna en el desarrollo de un niño. Resalta cómo la armonía entre los padres, el tiempo compartido con el padre, y el amor y respeto mostrado por el padre ayudarán a moldear la capacidad del niño para amar, comunicarse con Dios, y tratar a los demás cuando sea adulto. También enfatiza la necesidad del niño de sentirse escuchado y de considerarlo el mejor amigo del padre.