Este documento presenta un programa de formación humana y valores para una buena convivencia. El programa enfatiza que valores como el amor, la identidad, la solidaridad y el respeto son necesarios para desarrollarse correctamente y vivir en armonía. Indica que la familia es el lugar principal donde se aprenden estos valores y que los padres deben ser conscientes de que su ejemplo será vital para los niños. El programa invita a ver un video y reflexionar sobre él, y a realizar una oración en familia para pedir a Dios que llene sus hogares de su

1. PROGRAMA DE FORMACIÓN HUMANA Y VALORES
PARA UNA BUENA CONVIVENCIA
Ficha # 1
Coordinado por Sofía Alvarez

2. El amor, la identidad, la solidaridad, el respeto, la tolerancia... son valores necesarios para
realizarnos correctamente, para convivir en armonía, para un buen vivir, crecer y ser felices.
¿Dónde debe empezar su enseñanza y aprendizaje? En la familia, ella es el lugar principal
donde se descubren, se viven y se adquieren los valores bajo la mano de Dios.
Los padres deben de ser conscientes de que su manera de ser y de hacer familia será vital ya
que los niños aprenden de su ejemplo. Demos importancia al testimonio personal, aunque
hablamos de transmitir valores, es mejor que los descubran en la vida de los padres,
preparémonos para ello.
PROYECTO DE FORMACIÓN HUMANA Y VALORES

3. Iniciando nuestro programa de formación humana y valores, los invitamos
a observar en pareja el siguiente video y reflexionar sobre el mismo.
TAREA 1 A
Link al video: https://goo.gl/0Fl7zT

4. TAREA 1 B

5. TAREA 1 B
ORACIÓN A REALIZAR EN FAMILIA
Conscientes de que el mejor modelo de vida en valores es Dios, los invitamos a realizar la siguiente oración
cada noche antes de acostarse:
Señor, Jesús, Tú viviste en una familia feliz,
haz de cada uno de nuestros hogares una morada de tu presencia,
un lugar cálido y dichoso.
Venga la tranquilidad a todos sus miembros, la serenidad a nuestros nervios,
el control a nuestras lenguas para hablar sólo palabras de amor y amabilidad,
la salud a nuestros cuerpos.
Que los hijos sean y se sientan amados
y se alejen de ellos para siempre
la ingratitud y el egoísmo.
Inunda, Señor, el corazón de los padres
de paciencia y comprensión,
y de una generosidad sin límites para ser modelo de valores.
Extiende, Señor, un toldo de amor
para cobijar y formar
a todos los hijos de nuestras casas y a los
de todas las casas del mundo para convivir con armonía y paz.
Amén.