La diabetes puede afectar la sexualidad de las personas que la padecen. La enfermedad y sus tratamientos pueden causar disfunción eréctil en hombres y problemas de lubricación vaginal en mujeres. No obstante, con un control adecuado de los niveles de glucosa en sangre y un estilo de vida saludable que incluya la actividad física, una dieta equilibrada y no fumar, es posible llevar una vida sexual plena a pesar de la diabetes.