Un caballo enfermó y el veterinario dijo que si no mejoraba en 3 días tendría que ser sacrificado. Un cerdo escuchó esto y animó al caballo a levantarse los 3 días para tomar su medicina. Al tercer día, el caballo se recuperó gracias a los esfuerzos del cerdo. Sin embargo, cuando el dueño del caballo vio que se había curado, decidió matar al cerdo para celebrarlo en lugar de reconocer el papel que jugó.