Este poema describe a Platero, un burro pequeño y suave pero fuerte por dentro. Platero come todo lo que le dan y disfruta de las flores, pero es dócil y obediente. Aunque parece blando, tiene una fuerza interior de acero. El poema celebra la amistad entre Platero y el yo poético.
El siguiente memorándum o diapositiva titulada Juan Salvador Gaviota no es para recordarnos de aquel tiempo en que estuvo de moda o nos ayudo en algún porcentaje, ¡no! Es para que veamos y valoremos los seminarios de alquimia anteriores que no han sido para recrearse o tener archivados.
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: «¿Platero?», y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
?Tien' asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
4. Platero y yo
• Platero es pequeño, • Lo dejo suelto, y se va
peludo, suave; tan al prado, y acaricia
blando por fuera, que tibiamente con su
se diría todo de hocico, rozándolas
algodón, que no lleva apenas, las florecillas
huesos. Sólo los rosas, celestes y
espejos de azabache de gualdas... Lo llamo
sus ojos son duros cual dulcemente:
dos escarabajos de "¿Platero?", y viene a
cristal negros. mí con un trotecillo
alegre que parece que
se ríe, en no sé qué
cascabeleo ideal...
5. PLATERO…..
• Come cuanto le doy. Le • Es tierno y mimoso igual
gustan las naranjas, que un niño, que una
mandarinas, las uvas niña...; pero fuerte y seco
moscateles, todas de por dentro, como de
ámbar, los higos piedra. Cuando paso
morados, con su sobre él, los domingos,
cristalina gotita de miel... por las últimas callejas
del pueblo, los hombres
del campo, vestidos de
limpio y despaciosos, se
quedan mirándolo:
6. • Tien' asero...
• Tiene acero. Acero y plata de luna, al
mismo tiempo.
• Platero y yo
Juan Ramón Jiménez
Profesor: Joan Padrós
Curso 2013-2014
Autor: Julia García