2. Todos aquellos trazos aparentemente
imprecisos que realizamos en un papel sin
ninguna intencionalidad consciente dicen más
de nosotros mismos y de lo que realmente
pensamos. Nuestra mano se mueve al
compás de una conversación al teléfono, una
reunión de trabajo, en una clase, o
esperando a alguien
3. En general, garabateamos como
resultado de un impulso
inconsciente para liberar una
tensión o una preocupación.
El hecho de proyectar nuestras
tensiones sobre un papel supone
una vía de escape y nos permite
exteriorizar algo de lo que no
estábamos conscientes por lo
que podríamos decir que tiene
efectos calmantes.