Diego Rodríguez de Silva y Velázquez fue un pintor barroco español del siglo XVII nacido en Sevilla. Demostró un gran talento desde una edad temprana y estudió en el taller de Francisco Pacheco. Más tarde viajó a Madrid donde pintó un retrato del rey Felipe IV que le gustó tanto que lo nombró pintor de palacio, un puesto que mantuvo por el resto de su carrera produciendo retratos de la familia real y otras obras maestras como Las meninas.