Este documento cuenta la historia de un taxista que recogió a una anciana mujer de 80 años de un edificio oscuro a las 2:30 am. La mujer le pidió que la llevara a través del centro de la ciudad para mostrarle los lugares donde había vivido y pasado tiempo cuando era joven antes de ir a un asilo, donde el doctor dijo que no le quedaba mucho tiempo. El taxista pacientemente condujo con ella durante dos horas antes de dejarla en el asilo, donde recibió una cálida despedida.