Este documento describe cuatro subculturas juveniles: los góticos, conocidos por vestir de negro y su fascinación por la muerte; los pokeros, caracterizados por su maquillaje y gusto por la música poky; los pijos, reconocibles por su ropa de marca y actitud; y los emos, tímidos socialmente, que visten de negro mezclado con colores llamativos y tienden a la tristeza.