El documento expresa que Dios conoce todo lo que una persona experimenta como el cansancio, la tristeza, la espera, la confusión, la esperanza, las bendiciones y la alegría. Afirma que Dios sabe cuánto uno se ha esforzado, ha contado las lágrimas, espera, tiene las respuestas, susurra, bendice y sonríe. Concluye diciendo que dondequiera que uno esté y lo que sienta, Dios lo sabe.