Los Anemo eran dioses griegos del viento asociados con los puntos cardinales. Algunos eran representados como ráfagas de viento o hombres alados, y en ocasiones tomaban la forma de caballos encerrados por Eolo, dios del viento. Hesíodo dice que los vientos benéficos eran hijos de Astreo y Eos, y los destructivos de Tifón. Homero menciona a los cuatro vientos principales: Bóreas, Noto, Céfiro y Euro. Posteriormente, escritores como Aristóteles definieron