El documento discute cómo la falta de participación de los jóvenes en la política limita las propuestas innovadoras para hacer frente a los problemas actuales. La participación de los jóvenes ha disminuido debido al agotamiento por la falta de respuestas de los funcionarios públicos a sus demandas y por la falta de interés e información causada por la cobertura banal de los medios y la negativa de los ciudadanos a informarse por su cuenta. También se debe a la adicción a las nuevas tecnologías y es un problema global que requiere políticas públicas