La tortuga Doña Marina se levanta temprano para buscar hierba fresca para desayunar. En el camino se encuentra con el conejo Don Ramiro, quien le ofrece llevarla en su espalda al Soto Esmeralda, un lugar lleno de hierba. Doña Marina acepta y Don Ramiro la lleva rápidamente. Después de desayunar, Don Ramiro la lleva de vuelta a casa. Desde entonces, cada mañana Don Ramiro pasa a recoger a Doña Marina para llevarla al Soto Esmeralda.