Las Islas Galápagos son únicas debido a su aislamiento, lo que ha permitido que la flora y fauna evolucionen de manera especial con especies como iguanas marinas, pingüinos tropicales, tortugas gigantes y piqueros de patas azules que no se encuentran en otros lugares. Los animales no ven a los humanos como depredadores y no les tienen miedo, permitiendo observaciones cercanas y personales.