Los ecosistemas son comunidades complejas de plantas, animales y microorganismos que interactúan entre sí y con su entorno no viviente. Dentro de un ecosistema, los organismos vivos obtienen energía de fuentes como la luz solar, el agua o los compuestos químicos, y se alimentan unos de otros a través de una red trófica. Los ecosistemas son dinámicos y cambiantes, y cualquier cambio en sus componentes puede afectar a la comunidad en su conjunto.