El hielo marino perenne del Ártico se redujo en un 14% el último año, perdiendo 720,000 km2, un área mayor que la Península Ibérica. La pérdida de hielo perenne que debería mantenerse durante el verano fue aún mayor, acercándose a un 50%. Un investigador declaró que los cambios en el hielo ártico son rápidos y espectaculares, y que si continúan tendrán un profundo impacto en el ambiente, el transporte marítimo y el comercio.