La investigación muestra que los niños que pasan más tiempo al aire libre tienen mejores habilidades sociales y de resolución de problemas. Los niños que pasan más de dos horas al día al aire libre tienen menos probabilidades de sufrir problemas de salud mental y obesidad. Los padres deben alentar a sus hijos a jugar y explorar al aire libre para apoyar su desarrollo físico y emocional.