El documento cuenta la historia de un joven estudiante de biología que le pregunta a un barquero de 60 años los nombres de los árboles, piedras y peces que ha visto a lo largo de su vida en el río. Sin embargo, el barquero no conoce los nombres de nada a pesar de haber pasado toda su vida allí. El estudiante lamenta que el barquero haya perdido la mitad de su vida sin conocer el mundo que lo rodeaba. El documento también insta a los lectores a no quedarse con solo lo que ven,
1. Casa Templaria, 17 de agosto de 2016.
“El barquero”
Mis queridas semillas, mis queridas estrellas,
En un país donde había un río muy
grande con unas aguas cristalinas, frescas
había varios barqueros, son esos señores que
tienen un barco pequeñito, se sube la gente y
la llevan al otro lado del río o les enseñan
lugares tan bonitos y tan bellos.
Un día, un estudiante de Biología, de minerales, subió a la barca y
dijo: “Señor ¿está libre su barco?”, “Sí, sí suba”, dice: “¿Podría dar un
recorrido por todo el río?” el barquero dijo: “¡Claro que sí!”, el señor ya tenía
unos 60 años, conocía el río, conocía el agua, la corriente del agua, siempre
había visto los árboles, los peces, todo, lo había visto toda su vida, se había
criado en ese río tan claro y maravilloso. El chico llevaba una libreta, un folio y
escribía siempre lo que veía y preguntaba, y dijo al barquero: “Señor, ¿Cómo
se llaman estos árboles?” Y el señor le contestó: “¡Ay! pues no lo sé”, “¿No
sabe cómo se llaman?”, “No, los he visto toda mi vida allí, no sé cómo se
llaman”. El chico joven le dijo: “¡Qué lástima! Se ha perdido media vida en la
ignorancia sin saber cómo se llaman los árboles que lo han visto crecer”.
Avanzaron un poquito másen el río y vio unas piedras que tenían unos
dibujos particulares, era el agua que las había marcado, tenían formas y le
preguntó: “¡Ay mire, mire esas piedras! ¿Cómo se llaman, cuál es su
material?” y el hombre del barco le contestó: “No lo sé, son piedras que he
visto toda mi vida”, “¿Pero no sabe cómo se llaman?”, “No”, el joven cogió el
lápiz las dibujó, las midió, les hizo fotografías y dijo: “¡Qué lástima! Se ha
perdido otra mitad de su vida al no saber la historia de estas piedras y de qué
hablan”.
Entonces el joven estaba muy preocupado, porque apreciaba mucho a
ese señor, era buena persona y de nuevo le preguntó: “los peces de este río
¿Cómo se llaman?” Y de nuevo contestó con su corazón: “pues peces”, “pero
es que hay muchas clases de peces”, “bueno, yo conozco aquellos que pesco y
después me los como”.
2. El joven lo miró de nuevo y sonrió y pensó: “No le voy a hacer más
preguntas, me va a contestar lo mismo, ha pasado una vida sin saber lo que
veía, de lo que estaba rodeado y donde vivía”.
Hay mis semillas, cuántas veces he ido a vuestras ciudades, a vuestros
países maravillosos y Servidora siempre pregunta ¿Cómo se llama este árbol?
Siempre me contestáis “la ceiba”, en la mayoría de países, en México la
primera vez preguntéa una estrella, a una semilla: Rubén ¿Cómo se llama este
árbol que tiene las flores rojas? “el colorín” y aquel morado, pregunté en el
Salvador, todos me iban contestando, algunos no los conocían, en Brasil
pregunté ¿Cómo llamáis al árbol de Buda? Y me contestaron “No lo sé”, el
árbol de Buda es uno que tiene flores de color violeta o azul un azul rey muy
bonito, violeta.
Mis semillas no os quedéis simplemente con lo que veis, preguntar
interesaros, interrogar, aprender, ¿Qué le vais a transmitir a vuestros hijos
futuros? ¿Qué le vais a transmitir a otros jóvenes?
La Casa Templaria ¿de qué árboles
está rodeada? Hay castaños, robles, bambú,
árboles frutales como peras, manzanas,
melocotones, higos, sauces, hay otro árbol del
que se hacen muebles y en la Montaña, hay
pinos también, el pino americano, el pino
parasol, el pinode Baviera, el pino de alepo, el
avellano, el roble, también el roble verde, el
roble blanco, el fresno y otras categorías.
Referente a las piedras el granito, la pizarra, la piedra calcárea, es lo
mínimo que tenemos que saber del lugar dónde vivimos. En Italia están las
dolomitas, preciosísimas y muchas piedras más y en Brasil las piedras
preciosas. En Cerdeña hay un arbusto que me gusta mucho, trae buena suerte y
siempre lo pido y me lo regalan, el mirto, no se cría en muchos lugares, no es
muy común. El mirto simbólicamente trae la suerte.
Mis semillas cuando os pregunten, sepáis responder, es un deber
transmitirel conocimientoy la sabiduría, esun don quenos ha dadola Madre
Tierra y que nos ha dado este planeta tan maravilloso.
3. En la Casa Templaria también hay nueces, hay nogales, si nos han
dado todas esas maravillas para comer, alimentarnos, abrigarnos y para
nuestras chimeneas ¿Por qué lo olvidaríamos?
Los hijos pueden olvidar a sus padres, pero una madre nunca olvida a
su hijo o a sus hijos, jamás ¿Y ustedes mis semillas, recordarán lo que tienen en
sus ciudades, en sus países tan maravillosos?
¿Y La Enseñanza,continuaránhaciendosus tratamientos? Créanme
los tratamientosde La Enseñanza son lasraíces de un árbol, de un árbol de la
vida, las raíces alimentan vuestra sangre, es la vida. Podéis aprender otras
terapias, otras filosofías y mientras más mejor, seáis fieles a La Enseñanza, no
es para los otros, se empieza por vosotros mismos, por ustedes.
Pensar en ese joven que preguntaba siempre, para qué y por qué.
Estamosen la Nueva Enseñanza, nopodemospermitirquedarnos mudos, hay
que continuar a transmitir todo conocimiento, el tiempo ya lo está borrando y
si no hacéis un esfuerzo se olvidará, ustedes mis estrellas transmiten su
conocimiento y la sabiduría, son únicas porque siempre están conectadas y
conectados con el Universo.
Con todo mi amor,
La Jardinera