2. Había una vez un barquito chiquitito, que navegaba por un
río muy largo, en busca de la mar.
3. Tras haber recorrido muchos kilómetros de travesía por el
río, llegó a la gran ciudad.
4. En la ciudad se sentía muy solo y perdido. Por eso lloraba
y lloraba, porque no sabía continuar su camino hacia la
mar.
5. En esto, un gran barco, que se encontraba próximo a él,
escuchó sus sollozos y le trató de consolar preguntándole
el porqué de su tristeza :
- Hola hijito…¿Qué te ocurre? ¿Te has perdido? Si
quieres te puedo ayudar. - dijo
¿Qué te ocurre?
¿Quieres ayuda?
6. Se trataba de un enorme barco plateado, que brillaba a la
luz del sol, y que estaba atracado junto a la orilla del río
con una enorme ancla. Su nombre era Gugui.
7. El barquito, al oírle, se tranquilizó y le dijo:
- Quiero llegar hasta la mar, y me he perdido en la ciudad.
¿Me podrías ayudar?
- ¡¡Claro!! Puedes contar con mi ayuda pequeño –
contestó el Gran Gugui.
8. Para llegar a la mar tienes que navegar sin separarte de la
orilla del río. De este modo conseguirás llegar sin
problemas. - dijo
9. El barquito, muy contento por la ayuda que Gugui le había
ofrecido, le propuso que viajaran juntos.
Al oir ésto, Gugui le respondió que le gustaría mucho, pero
un gran secreto se lo impedía.
El barquito, sorprendido, le preguntó: - ¿Qué secreto es
ese?
¿Quieres viajar
conmigo hasta
el mar?
10. Gugui decidió contárselo:
No puedo zarpar hacia el mar porque el peso del gran
tesoro que llevo en mi interior me impide navegar.
- ¿quieres ver mi tesoro? – le propuso.
11. El barquito, inmediatamente, aceptó verlo.
Gugui abrió unas grandes compuertas y el barquito se
adentró hacia el interior de una de sus salas, de cuyas
paredes colgaban fantásticos cuadros y obras de arte.
12. Gugui le mostró cada una de las obras, y el barquito se
quedó fascinado.
Al ver este gran tesoro, el barquito comprendió que su
amigo Gugui tenía que quedarse en la ciudad, para
mostrar estas obras a todas las personas que quisieran
verla.
¡Que maravilla de cuadros
tiene Gugui en su interior!
13. Cuando llegó la noche, el barquito se despidió de Gugui y
emprendió su viaje hacia el ancho mar.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.