Un cura cayó en arenas movedizas mientras paseaba por el campo. Tres veces rechazó la ayuda de un camión de bomberos que pasaba, insistiendo en que Dios acudiría en su ayuda. El cura se hundió completamente y murió, y cuando llegó al cielo, Dios le recriminó por no haber aceptado la ayuda que le envió a través de los bomberos.