Cada año en México, 18 mil menores de 19 años quedan embarazadas sin haberlo planeado y la mayoría no están preparadas para enfrentar la gran carga que conlleva un embarazo a una edad tan temprana. Además, a menudo se enfrentan solas a esta situación ya que el padre elude su responsabilidad. Estos embarazos no planeados obligan a las menores a dejar sus estudios o trabajo, cambiando su vida para siempre y condicionando su futuro.