El escarabajo estaba triste porque sus amigos se reían de él. Decidió participar en un concurso de fuerza para demostrarles lo que podía hacer. A pesar de las burlas, logró levantar una mesa con silla y objetos encima, ganando la medalla de oro. Desde entonces siempre llevó la medalla orgullosamente y nadie se volvió a reír de él.