Un espía se esconde debajo de los hábitos de una monja en el aeropuerto de Moscú para evadir a la KGB. Después de que pasa el peligro, el espía le agradece y pide disculpas por besar su pantorrilla y muslos, a lo que la monja responde que se dio cuenta. Cuando el espía pregunta qué hubiera pasado si la besaba más arriba, la monja revela que también es una espía.
2. Llega al aeropuerto de Moscú un espía
huyendo del Servicio Secreto Ruso (KGB).
Sintiéndose acorralado y próximo a ser
atrapado, ve a una monja que estaba parada
en el medio del salón y desesperado le dice:
- Hermanita, me permite que me esconda
bajo sus hábitos, ya que soy espía y me
están por atrapar los de la KGB?
3. La monja accede y 30 minutos más tarde,
cuando hubo pasado el peligro, el espía sale
de abajo de los hábitos y le dice:
-Muchas gracias, hermana. ¡Me ha salvado la vida!
-Y además de agradecerle, tengo que pedirle
disculpas, porque no pude resistir la tentación y en
un momento le besé la pantorrilla...Lo notó usted?
-Sí, hijo, lo noté … responde ella.
-Y además, hermana, tampoco pude resistir la
tentación y le besé sus muslos... Se dio cuenta?
- Sí, hijo, me di cuenta...
4. -Una pregunta, hermanita, qué hubiera
sucedido si la besaba más arriba?
Y la monja contesta:
- Me hubieras besado un huevo,
porque yo también soy un espía.