Este documento analiza el machismo entre la tribu yanomami a través de dos perspectivas. La perspectiva emic sugiere que la agresividad se debe a la creencia de la superioridad natural del hombre sobre la mujer, mientras que la perspectiva ética argumenta que es resultado de la escasez de alimentos debido al crecimiento demográfico. La guerra servía para demostrar la superioridad de una tribu y capturar mujeres, y el infanticidio femenino se justificaba por la inutilidad de las niñas.