Un famoso autor observó a un renombrado cirujano antes y durante una difícil operación. Aunque el cirujano parecía nervioso al prepararse, rezó para pedir ayuda divina. Durante la operación, sus manos se mantuvieron tranquilas y seguras. Después, el cirujano explicó que aunque confiaba en su habilidad, reconocía que la ciencia médica había progresado gracias a algo más que solo el esfuerzo humano.