Don Bosco llevó a los muchachos del Oratorio a visitar el cementerio y rezar por los difuntos. Les prometió castañas cocidas a la vuelta, pero mamá Margarita solo cocinó 3-4 kilos en lugar de los 3 sacos que Don Bosco había pedido. José Buzzetti trató de advertirle a Don Bosco, pero no pudo hacerse entender en el alboroto. Aun así, Don Bosco siguió repartiendo castañas y para asombro de todos, alcanzaron para todos los muchachos. Impresionados por este "