El poema habla sobre la importancia del respeto y los valores como cimientos para construir un mundo mejor. Alienta a los niños a respetar a los mayores, hermanos y profesores, y a ser ejemplos de una sociedad llena de amor y paz a través de la nobleza y los buenos modales. También enfatiza la necesidad de recuperar nuestro interior para transformar el mundo con bases firmes en procesos que valoren la vida, la ayuda mutua y una sociedad basada en valores morales por encima de lo material.