El niño Roberto se perdió mientras exploraba el campo cerca de su casa. Fue agarrado por una sombra que resultó ser su tía, quien quería llevárselo a vivir a la ciudad. Después de pasar horas perdido, su tía le reveló su identidad y le preguntó si quería irse con ella. Roberto decidió hablar con sus padres primero, y optó por quedarse en el campo con su familia. Su tía regresó sola a la ciudad.
1. EL NIÑO PERDIDO
Hace mucho tiempo, había un niño llamado Roberto que
vivía con su mamá llamada Verónica y su papá llamado
Cristian. Vivían en una cabaña bien lejana en el medio del
campo.
Un día, el niño le pidió a la mamá ir a explorar el campo.
Vio las vacas, los caballos y todo tipo de animales que
había en el campo. El vio también una sombra, que se le acercó y sintió unos brazos
que lo agarraban. Él quiso salir, pero por más que intentó e intentó no pudo y se lo
llevaron.
Estaba asustado, no sabía quién lo había agarrado.
La mamá desesperada lo llamaba gritando -¡Rober, Robertito ven a almorzar!- ella
no sabía que decirle a Cristian. Entonces le dijo -¿Qué pasa no tienes hambre?
Roberto no terminó de recorrer el campo. Entonces su papá dijo – bueno,
esperemos a ver que pasa.-
Mientras tanto Roberto le preguntó al desconocido
-¿Quién sos?- y le respondió –soy alguien –Roberto le dijo –
obvio pero quién sos quiero saberlo?
Pasaron muchas horas y al fin y al cabo respondió –te quiero
preguntar algo pero nunca podía, yo soy tu tía! -¡TIA¡ dice él.
¿Para que me agarraste?
- Por que sí. Quería preguntarte si querés venir a vivir a
la ciudad?- le respondió
- No se, vamos a preguntarle a mi mamá – le dijo Robertito a su tía.
- Bueno vamos, pero se van a enojar conmigo por esto que hice, pensó la tía.
Roberto habló con sus papás y decidió que quería quedarse allí en el campo, con
ellos.
La tía solitaria volvió a la ciudad.
Y todos fueron felices por siempre
Fin.
Autora: Malena Candelaria Astrada.