El documento describe el plan de Dios para la salvación en tres pasos: 1) Reconocer que eres un pecador condenado; 2) Creer que Jesús murió en la cruz para pagar el castigo de tus pecados; 3) Recibir a Jesús como tu Salvador personal mediante la fe, asegurando así el perdón eterno y la vida eterna en el cielo.