2. Un señor de edad fué
a vivir con su hijo, su
nuera y un niñito de
cuatro años de edad.
Las manos del viejo
ya estaban
temblorosas, su vista
empañada de
cansancio y sus pasos
vacilantes.
3. La familia comía reunida en la mesa. Pero, las
manos temblorosas y la vista falla del abuelo lo
traicionaban a la hora de comer. Los granos
rodaban de su plato y caían al suelo. Cuando
tomaba el vaso, la leche era derramada en el
mantel de la mesa. El hijo y la nuera se
irritaban sin control, por el “ desastre ”.
4. - “ Debemos hacer algo respecto a papá ", dijo
el hijo. “ Ya es demasiada leche
derramada, ruido de gente comiendo con la
boca abierta y comida tirada por el suelo ”.
5. Entonces, ellos decidieron colocar una
pequeña mesa en un rincón de la cocina.
Allí, el abuelo comía solito, mientras el
resto de la familia tomaba sus alimentos
en la mesa, con satisfacción.
6. Desde que el viejo quebrára uno o dos
platos, su comida ahora era servida en un
platón de madera.
7. Cuando la familia miraba hacia el abuelo
sentado allí solito, a veces él tenía lágrimas en
sus ojos. Aún así, las únicas palabras que le
decían eran reprimiendas ásperas cuando él
dejaba un cubierto o comida caer al suelo.
8. El pequeño de 4 años de
edad veía todo en
silencio. Una
noche, antes de cenar, el
papá percibió que el
pequeño estaba en el
suelo, manejando
pedazos de madera.
9. Él preguntó delicadamente al
pequeño :
“ Que estás haciendo ? "
El niño respondió
dulcemente:
- “ Ah, estoy haciendo un
platón para tí y otro para
mamá para que
coman, cuando yo sea
grande."
10. El menor de cuatro años de edad sonrió y
siguió con su tarea. Aquellas palabras tuvieron
un impacto tan grande en los papás que ellos
enmudecieron. Entonces lágrimas comenzaron
a escurrir de sus ojos.
11. Aún cuando nadie habló nada, ambos sabían lo
que debían hacer. Aquella noche el papá tomó
al abuelo de las manos y gentilmente le
condujo a la mesa de la familia.
12. De ahí en adelante y hasta el final de sus días él
comió todas las comidas con la familia.
Y por alguna razón, el marido y su esposa no
se molestaban mas cuando un cubierto caía, o
leche era derramada sobre el mantel de la mesa.
13. De una forma positiva, aprendí que no importa
lo que pase, o que tan ruin parezca el día de
hoy, la vida continúa, y mañana será mejor.
14. Aprendí que se puede
conocer bien a una
persona, por la forma
como ella afronta tres
cosas : un día
lluvioso, un equipaje
perdido y las series de
luces de un árbol de
navidad que se
enredan.
15. Aprendí que, no importa el tipo de relación que
tengas con tus padres, sentirás la falta de ellos
cuando partan.
16. Aprendí que “ saber ganarse " la vida no es la
misma cosa que “ saber vivir ".
17. Aprendí que la vida a veces nos dá una
segunda oportunidad.
Aprendí que vivir, no es solo recibir, es también
dar.
18. Aprendí que si buscas la felicidad, para tí... ella
te elude. Pero, si concentras tu atención en la
familia, los amigos, y en las necesidades de los
otros, en el trabajo y procuras hacer lo
mejor, la felicidad misma va a tu encuentro.
19. Aprendí que siempre
que decido algo con el
corazón abierto...
generalmente acierto.
Aprendí que cuando
siento dolor, no es
preciso ser un dolor
para otros.
20. Aprendí que diariamente
necesito acercarme y
tocar a alguien. Las
personas gustan del
contacto humano, tomar
una mano, recibir un
abrazo afectuoso, o
simplemente una
palmada amigable en la
espalda.
22. Tal vez por todo eso, sería bueno que
reenviáras este mensaje a tus amigos. A veces
ellos necesitan de algo para iluminar su día.
23. Las personas se
pueden olvidar lo
que tú les dices...
Pueden olvidar lo
que tú hayas
hecho...
Pero nunca
olvidarán como tú
las hiciste sentir.
Ten un lindo día !!!