1. El Portafolio
del Creativo
El portafolio del creativo. Creativos del mundo: las ideas no se
guardan en la cabeza. Si no tenéis un buen portafolio que demuestre a
las agencias o a los clientes lo que sois capaces de hacer, de nada
servirá que digáis lo buenos que sois en el manejo de las
herramientas informáticas más avanzadas.
Tu carpeta de trabajos debe ser atractiva, profesional y accesible
Ejemplos, ejemplos, que eso es lo que les convence...
¿Cómo debe ser tu carpeta de trabajos?
Tu carpeta de trabajos debe ser atractiva, profesional y accesible.
Ya sea digital o bien física, con estos consejos podrás mejorar mucho
la tuya o crear una desde cero si es que aún no lo has hecho.
Portafolio Físico
1. El portafolio camaleónico
No hay nada escrito sobre que no se puedan tener varias carpetas en
función de los diferentes trabajos para los que apliquemos. De hecho,
igual que sucede con el CV, cuantas más versiones tengas de tu
portafolio, mejor. Lo ideal es adaptarse al tipo de empresa y, sobre
todo, al tipo de puesto, desde el primer momento.
Nos encanta lo que hizo Stefania Capellupo, una diseñadora que tiene
su carpeta de trabajos dividida en cuatro partes: empresas,
proyectos, ilustración y fotografía. En la parte central contiene un
CD y una tarjeta que deja junto a su CV en cada entrevista a la que
va. Al dividir la carpeta en varias partes podéis mostrar unos u
otros trabajos en función del puesto. Nos parece la forma más
sencilla de organizar bien vuestra creatividad y adaptarla a las
necesidades de cada entrevista.
2.
3. 2. El tamaño sí importa
¿Cuántos ejemplos debes mostrar en tu carpeta de trabajos? Es una
pregunta con trampa... Pero al menos deberías ser capaz de rellenar
20 páginas si tienes un portafolio físico y de enseñar 30 ejemplos en
caso de que sea online.
Tus trabajos son como unos hijos, se los quieres enseñar a todo el mundo
3. No te vayas por las ramas
Tú eres el primero que sabe todo lo que vales, tus trabajos son como
unos hijos, se los quieres enseñar a todo el mundo. Pero seamos
serios: no eres tu abuela y la persona que te va a entrevistar lleva
días viendo las maravillas creativas de por lo menos 100 candidatos
más. Ir al grano es lo mejor que puedes hacer: enseña los trabajos
que creas que mejor se adaptan a las necesidades del puesto.
4. Contexto
Si enseñas tus trabajos
creativos sin explicar el
contexto en el que se han
producido creerán que no
vales para interpretar bien
el briefing que en su día te
pase el cliente. El cómo y
el por qué de toda pieza
publicitaria es la clave.
Explícaselo de forma clara,
te ayudará a sumar
puntos. Nos encanta este
ejemplo de un diseñador
gráfico: la pieza por un
lado, la explicación por el
otro.
4. 5. Truchos sí gracias
Las piezas publicitarias que hayas creado por iniciativa propia
también son bienvenidas. No todo tiene que ser real, hecho por y para
el cliente. De hecho, para aquellos creativos que tengan aspiraciones
de freelance, los trabajos hechos por iniciativa propia serán mejor
valorados. (Lo sentimos, no podemos resistirnos a poner aquí el
trucho más mítico de la publicidad moderna...).
6. El portafolio no es un museo
Si enseñas tus trabajos como los cuadros que hay en las paredes de
los museos es difícil que acabes convenciendo a alguien. Case studies
reales y recomendaciones ayudarán a que tus piezas se comprendan
mucho mejor. Así que recuerda: pases por donde pases, pide siempre
una recomendación.
7. No te flipes
Los de RRHH de las empresas o los project managers que pueden
entrevistarte se las saben todas.
Hay que difuminar posibles flaquezas creativas
5. Con echarle un vistazo rápido a tu portafolio ya saben de qué pie cojeas
así que trata de ponerte las gafas de crítico creativo y analiza tus
trabajos desde otro punto de vista. Saber si tu carpeta es demasiado
seria o si te estás flipando demasiado con ella te ayudará mucho a la
hora de modificarla.
8. Bueno vale, flípate un poco
¿Sólo eres bueno ilustrando? No lo veas así: eres el mejor comunicador,
el más sólido, el que mejor comprende los presupuestos y los plazos de
entrega así como la importancia de las reuniones. Todas son habilidades
meramente profesionales, pero hazles saber que cuentas con ellas para
difuminar tus posibles flaquezas creativas.
Portafolio Online
1. No seas rata
Con el portafolio físico no hay duda, pero cuando se trata de
digitalizarlo las opciones son muchas y los quebraderos de cabeza
constantes. Lo mejor es que te dejes los cuartos y pagues un dominio con
tu nombre para crear una web basada en un WordPress, por ejemplo.
Con un portafolio online, lo mejor es que pagues un dominio con tu nombre
También tienes la opción de pagar a alguien para que lo haga por ti,
pero si eres creativo entendemos que te molará más darle tu rollito
personal al portafolio online, ¿no? Y si sigues pensando que no, que ni
de coña pagas por tener una web con tu nombre, vaaaaale: hay plataformas
que te pueden servir para lo que buscas, como Behance, Carbonmade o
Portfoliobox. La cuestión es que no tienes excusa para que tu carpeta de
trabajos sea digital y esté disponible 24/7 para todo el mundo.
2. Separa el grano de la paja
Como sucede con el portafolio físico, los clientes no necesitan ver
TODO tu trabajo. Selecciona sólo las mejores piezas, las que hayas
hecho para las marcas de mayor renombre o aquellas que mejor
demuestren tus destrezas y habilidades. ¡Nos flipa el cubo de Ion
Drimba Filho!
6. 3. Predica con el ejemplo
Si eres diseñador web asegúrate de tener un portafolio online vistoso
y que se cargue rápidamente. Si eres ilustrador, convierte tus
trabajos en parte del diseño de la web. Si eres un diseñador gráfico,
demuéstralo con una tipografía que deje a tus visitantes con la boca
abierta.
El portafolio no sirve de nada si no se mantiene actualizado
4. No te duermas en los laureles
De nada te va a servir todo lo anterior si no mantienes tu portafolio
actualizado y fresco. Por muy bonito que sea, si no lo has
actualizado desde hace 5 años no vas a conseguir destacar. ¿Que no
tienes una pieza terminada? No importa. La idea es que subas
creatividades regularmente y que todo el mundo pueda ver en qué estás
trabajando en cada momento.
7. 5. El rebaño de ovejas
Es fundamental que etiquetes todos tus trabajos y los agrupes como si
se tratara de un rebaño de ovejas. Así se lo pondrás más fácil a los
clientes a la hora de buscar diseños concretos o piezas creativas
cuando te estén entrevistando. La idea de Laureano Endeiza, diseñador
web de Argentina, es realmente buena: ha conectado todo su portfolio
mediante colores y circuitos.
7. PDF, siempre PDF
La opción de que tus trabajos se puedan descargar en formato PDF hará
que el que está interesado por ti diga “Oh! Me guuuuusta”. No lo
menosprecies, larga vida al PDF.
8. Sé cansino
Vale, eres un creativo, pero el SEO no es ningún tipo de fuerza
oscura con la que debas obsesionarte. De hecho, para páginas web como
la tuya, las técnicas tradicionales de SEO seguramente no valgan. Te
8. va a salir mejor el promocionarte a ti mismo y a tu página a través
de otros canales.
¿Cuáles? Sé activo en Facebook, Twitter, Instagram y Google +. Deja
piezas creativas de tu portafolio en Flickr, Behance o deviantART.
Grábate trabajando y sube el vídeo a YouTube. Crea una presentación
en Slideshare. Sube el PDF, sí ese que creías que no te iba a servir
para nada, a Scribd. Cuantos más canales emplees para difundir tus
contenidos mejor porque más gente llegará al final a la web de tu
portafolio.