Un hombre plantó un roble y una hiedra en su jardín. El roble creció lentamente desarrollando fuertes raíces, mientras que la hiedra trepó rápidamente por la pared. Durante una tormenta, la hiedra se desprendió y cayó, mientras que el roble permaneció firme. Esto demuestra que es mejor crecer lentamente desarrollando una base sólida que hacerlo rápidamente dependiendo de otros.