Exú es la expresión de la felicidad, de la alegría, Exú nunca está triste. Él está siempre feliz con lo que hace y con lo que es. Está satisfecho con él mismo, por eso está satisfecho con el mundo.

1. EL SILENCIO DE EXÚ
Exú siempre gana las apuestas, siempre es un gran victorioso porque está lleno de artimañas,
sabe develar secretos, es el orixá de la comunicación, de la velocidad, entonce las cosas no tienen
secretos para él. El bucea en lo escuro en una velocidad media, navega en los implícitos. Mas hay una
historia interesante de Exu con Oxúm.
Oxúm era responsable de hablar en el juego de los búzios, para dar respuestas a las preguntas
que los humanos hacían. Pero Oxúm, se aburrió de dar repuestas. Entonce, ella le hace una propuesta a
Exú, sabiendo que él es un Orixá interesado, le gusta sacar ventaja, sacar partido en todo lo que el hace
y sabe, entonces ella propuso que él estuviese en ese lugar de honra, de ser el primero en tener
comunicación con los humanos, de ver los secretos de todo el mundo, de saber todas las respuestas. Y
él muy interesado en ser distinguido, aceptó inmediatamente. Cuando él asumió el puesto, fue viendo
que la cosa era de un cargo y de una responsabilidad muy grande, se arrepintió y volvió hacia ella. Pero
Oxúm no vuelve hacia atrás, lo hecho está hecho, no hay retorno. Ella dice: “Conmigo no hay retorno, es
nuestro trato deberá ser cumplido para siempre, y no tengo como volver atrás.” Entonces se quedó
callado, no puede romper el trato de la energía de Oxúm, el hecho es consentir.
El silencio de Exú es el silencio de quien sabe perder en la hora exacta. Y ahí está resolviendo, él
nunca más toca el asunto. No es conversación repetida, no hay historia repetida, no hay magia, no hay
duda en el consentimiento. Es el silencio de la cosa resuelta. Exu resolvió. No hay más que discutir.
Acepta las reglas del juego. Y no deja de ser una excelente respuesta porque no es la cosa aceptada con
amargura, porque las cosas aceptadas con amargura son siempre repetidas, y en Exú no hay amargura.
Quien no tiene remedio, curado está. Entonces, en vez de sufrir por causa de eso, vive de eso.
El silencio de Exu es aceptar el destino. No escasualidad que él trae la respuesta de Ifá, es
aceptar el destino que es la cosa más difícil del ser humano. Estoy hablando del destino, no del sentido
común, pero sí de aquello que usted es, que usted no puede negar de si mismo, que si usted niega está
mal, usted no será feliz nunca. Para ser feliz usted necesita aceptar su odu, su gran destino. Y Exú sabe
hacer eso muy bien, y lo hace con satisfacción y placer. Exú es la expresión de la felicidad, de la alegría,
Exu nunca está triste. Él está siempre feliz con lo que hace y con lo que es. Está satisfecho con él mismo,
por eso está satisfecho con el mundo. Quien está insatisfecho consigo mismo, se viene masacrando, se
vive negando. Y Exú, no; Exú dice: “Mi tarea el llevar preguntas y traer respuestas”. Por eso que él es tan
gozador, tan brincador, porque él acepta plenamente su status, su condición, por eso él es un orixá
resuelto. Por eso él no tiene limites. Exú no es inresponsable. Su papel es llevar preguntas y respuestas,
él no se envuelve con el sentimiento y la intención de quien pregunta. Eso no es problema suyo. Si usted
hace una pregunta indebida sufra las consecuencias de recibir una respuesta indebida. Si usted recibió
una respuesta que todavia no era tiempo de saber? Sufra las consecuencias. No fue usted quien
preguntó? Entonces él dice: “Quien pregunta quiere saber, entonces tome la respuesta. Lo que usted
vaya a hacer con esa respuesta es problema suyo, la función de él fue cumplida.
Traducción al español: Nicolás Rodríguez.
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Bibliografía: SILVEIRA, Marialda Jovita; A educação pelo silêncio: o feitiço da linguagem no
candomblé; Ilhéus, Ba : Editus, 2004. (p.87-89)