Cristian era un niño que le gustaba jugar con sus amigos pero tenía un gran sueño. En sus sueños veía sirenas y hadas que podían cumplir deseos. Aunque otros no le creían, sus amigos Luis y Liseth sí le creían. Con el paso de los años, Cristian viajó por el mundo contando sus sueños, mientras que Luis se volvió un gran abogado y Liseth una de las mejores bailarinas de vale del mundo.