Tres amigos discutían sus posiciones sexuales favoritas mientras bebían cerveza. Uno dijo que le gustaba la del "pollito pastando", otro la del "69", y el tercero recomendó la del "toro salvaje". Este último explicó la posición del toro salvaje como estar con su pareja en cuatro patas y susurrarle al oído "¡Esta posición vuelve loca a mi secretaria!" antes de mantenerse encima por más de ocho segundos.