La población española ha crecido mucho hasta los años 80 debido a altas tasas de natalidad y baja mortalidad, pero desde entonces la natalidad ha descendido. La mayoría de los españoles viven en ciudades. El sector primario emplea a menos personas mientras que los sectores secundario y terciario, como la industria del automóvil y el turismo, son más importantes para la economía española.