Un abogado visita un burdel tres noches seguidas para entregarle a una prostituta llamada Natalie su parte de una herencia de 9,000 euros. La entrega del dinero se hace a través de tres pagos de 3,000 euros cada uno, el precio habitual que cobra Natalie por sus servicios. Al final, el abogado revela que solo estaba cumpliendo con su deber de entregarle el dinero heredado, dejando a Natalie sorprendida.